viernes, 13 de julio de 2012
LAS VEGAS -- John Calipari lo
hizo oficial el jueves. Su último partido a cargo de la selección de
República Dominicana fue la aplastante derrota 113-59 ante el equipo de
Estados Unidos.
"El próximo ciclo son cuatro años
y voy a ayudarlos de cualquier manera que pueda. Si quieren que
consulte, si quieren que enseñe a entrenadores, si quieren que organice
campamentos., lo que sea", dijo Calipari, que se dedicará a entrenar a
su equipo de la Universidad de Kentucky en el básquetbol universitario.
"Creo que lo que vamos a hacer es una fundación. El país está emocionado
por el básquetbol. Hay que entender que en este país, el 10 por ciento
de los jugadores de Grandes Ligas son dominicanos".
Calipari dijo que el esfuerzo que
se realizó durante los pasados dos años con el equipo dominicano fue
centrado en cambiar la mentalidad del país caribeño en busca de que el
básquetbol equipare al béisbol en popularidad en ese país.
"Mi esperanza es que una nueva generación se dirija hacia el básquetbol", aseguró Calipari.
Como ejemplo, señaló a al
dominicano de ascendencia estadounidense Karl Towns, de 16 años y que
mide 6'11". En el partido, recibió poco menos de 10 minutos de acción y
encestó tres puntos. Dijo que el jugador de la preparatoria St. Joseph
en Metuchen, New Jersey es un gran prospecto pero aún le queda mucho por
aprender.
"Es un jugador joven que Eduardo
(Najri, gerente del seleccionado) recibió y con quien quieren
reconstruir esta Federación. Es un chico talentoso, pero le falta mucho.
Tiene 16 años, todos estos son hombres, él es un chico. De hecho,
estaba con mi hijo con juegos de video", dijo Calipari.
El veterano entrenador dijo que
su equipo fue sobrecogido por un rival que hizo ajustes en cada ocasión
que intentó cambiar su ofensiva y que obligó a los dominicanos a cometer
25 pérdidas de balón cuando el promedio bajo su incumbencia en
competencias internacionales apenas llegó a 12.
"Cada vez que la bola tocaba el
tabloncillo, jugaron duro. Ellos compitieron en un alto nivel" analizó
Calipari. "Nosotros fuimos un equipo que tuvo 11, 12 pérdidas de balón
por dos años. Tuvimos 13 pérdidas a la mitad del partido. Este equipo
nos sacó de juego. No pudimos comenzar la ofensiva, la transición, nos
sacaron de todo".
Aseguró que el seleccionado
estadounidense es un equipo especial porque pudo hacer ajustes todo el
tiempo en la defensa. De hecho, el conjunto de las barras y las
estrellas lanzó para un 56,8 por ciento de campo y acertó casi el 40 por
ciento de sus intentos de tres puntos.
"Lo que hace a los equipos
especiales es que pueden cambiar todo el tiempo. Preparábamos algo y nos
cambiaban. Van a ser un equipo que pueden jugar ofensiva y
defensiva& Y lo otro, pueden tirar la bola", añadió.
Calipari dijo, sin embargo, que
los estadounidenses tienen que probarse todavía ante los equipos
europeos en los Juegos Olímpicos en Londres, que en su opinión se
encuentran a un alto nivel y que tienen en sus filas a varios jugadores
enebeístas. Presentó el ejemplo de Francia, Argentina y Rusia, que entre
todos tienen 11 jugadores que participan junto a los representantes de
EEUU en la NBA.
"Lo que verán son equipos que
pueden aguantar la presión mucho más. Muchos de los equipos en las
Olimpiadas van a poderlos presionar fuera de su ofensiva", analizó
Calipari. "La ventaja más grande que tienen es que pueden cambiar mucho
en defensa.
"Hay que ver que los demás
equipos tienen jugadores de NBA, mire a Francia, mire a Argentina, mira a
Rusia, que creo que tienen cuatro. Esos equipos son buenos".
Calipari dijo que además de ser un equipo balanceado, no fallan mucho en sus tiros al canasto además de tener estatura.
"Mientras se cantaba el himno me
puse a ver y me pregunté: '¿es este equipo tan grande como parece?
LeBron (James) es más alto que el jugador más alto nuestro. Ellos son
más altos de lo que usted cree.", dijo Calipari.
Por su parte, el alero Eulis Báez
dijo que la estatura de los estadounidenses sobrecogió al equipo y
trastocaron el sistema de juego que había establecido Calipari de cara
al compromiso.
"Ellos son un gran equipo",
apuntó Báez. "No estamos acostumbrados a ver tantos jugadores tan altos a
la misma vez. Nos trastocaron nuestro sistema y fue difícil para
nosotros. Tratamos de rebotear, pero son más altos que nosotros. El
entrenador nos recalcó eso, pero no se pudo".
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