jueves, 26 de julio de 2012

MANUEL FORTUNA Y SU SALTO A LA ESTELARIDAD

jueves, 26 de julio de 2012


Esta es la historia de un humilde muchacho oriundo de la populosa barriada de Villa Consuelo, en la capital, que a base de mucho trabajo, sacrificio y dedicación, se ha establecido como un jugador importante de la selección nacional.
Como si esto fuera poco, ese mismo joven resultó el más copioso anotador en el partido que el día 12 del presente mes, celebraron el conjunto dominicano y el Dream Team de los Estados Unidos, el mejor equipo de baloncesto del mundo.
Como ya sospecharan, el protagonista de este relato es Manuel Fortuna, quien de ser un jugador de escasos minutos en el campeonato Preolímpico escenificado en 2011, en Mar del Plata, Argentina, se convirtió este año en una figura clave para que el seleccionado criollo que conquistara la medalla de Oro en el torneo Centrobasket y luego estuviera a punto de lograr su clasificación para las olimpíadas de Londres.
 
 
Su gran momento de gloria llegó ante las estrellas de la NBA, a quienes encestó 10 puntos, para liderar la ofensiva dominicana en el choque se jugó que en Las Vegas, Nevada.
Ante estelares del calibre de Kobe Bryant, Carmelo Anthony y Chris Paul, Fortuna logró, a base de sus pulidas habilidades y su arrojo, anotar canastos, que ni en sueños pensó jamás cristalizar.
Gracias a las experiencias acumuladas en las referidas competencias internacionales, donde le ha tocado codearse con los mejores baloncestistas del continente americano y de otras naciones del mundo, su gran capacidad de trabajo y su talento innato, Fortuna se ha integrado a los Leones de Santo Domingo, en la recién inaugurada temporada de la Liga Scotiabank LNB, como su principal jugador nativo.
Quienes le han visto accionar en el presente torneo, se han percatado del gran progreso que ha experimentado su juego.
Entre aquel joven que por primera vez se integró a la selección dominicana en 2006 y el jugador que enfrentó a los astros del baloncesto profesional de los Estados Unidos, hay una diferencia abismal, catapultada por la perseverancia, el trabajo y las ansias de superación.

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