viernes, 9 de marzo de 2012

TITO FUE UNA VÍCTIMA DE MALAS CIRCUNSTANCIAS

viernes 9 de marzo de 2012
La carrera de Tito Horford estuvo dominada por una serie de eventos desafortunados que dieron al traste con lo que se proyectaba como una de las mejores para un jugador de su estatura. Se trata de la historia del primer dominicano en jugar en la NBA.

Desde los problemas para su reclutamiento en una universidad de la NCAA, la muerte de su padre, el nacimiento de su hijo hasta las pocas oportunidades con los Bucks de Milwaukee todo parecío “confabularse” para evitar que Tito llegará al lugar pronosticado.

Fue un Todos Estrellas en el bachillerato con la escuela de Marian Christian donde fue elegido como el mejor centro de los Estados Unidos.

Había llegado a Houston por vía de Darryl Brown, un refuerzo que jugó con el club Naco en 1981.

A partir de su último año en la secundaria empezó su viacrucis.

Tito Horford en su visita a LISTÍN DIARIO 
junto a los periodistas Freddy Tapia, 
Yamell Rossi y Alex Rodríguez.
“Firmé para jugar con la Universidad de Houston, pero la NCAA descubrió que habían venido al país para hablar con mi mamá y no me dejar jugar allá. Eduardo Gómez quería que fuera a LSU (universidad de Louisiana State), pero a mí no me gustó, no podía vivir en una sociedad que hubiera racismo”, comentó Horford en el Café Deportivo de El Deporte de LISTÍN DIARIO.

Luego de esos problemas de reclutamiento, las principales universidades tomaron “miedo” de firmarlo hasta que finalmente pudo conseguir la beca con la Universidad de Miami.

Pasó un par de año con los Hurricanes. Debutó con 17 puntos, 10 rebotes y 8 bloqueos en una derrota ante Dartmouth, el 21 de diciembre de 1986.

Salida a la NBA
Pero otra vez la “fortuna” no estuvo de su lado. El nacimiento de su hijo y la situación económica de su familia y hermanos lo obligaron a precipitar su paso al profesionalismo.

“No quería salir de la universidad, pero me ví obligado.

Los fines de semana lavaba carros para obtener algún dinero. Dick Vitale (periodista especialista norteamericano en baloncesto) me dijo que si esperaba un año más sería una selección de lotería (primeros 13)”, recuerda Horford, quien en 55 partidos en la NCAA promedió 14.2 puntos, 9.3 rebotes y 2.3 bloqueos con un 57 por ciento en lances de campo.

“Creo que deje de ganarme entre 40 ó 50 millones de dólares por esa situación”, dice el ex jugador de 7-1 de estatura.

Fue seleccionado en la segunda ronda, número 39 en sentido general, del sorteo de talentos de la NBA por los Bucks de Milwaukee en 1988. Y otra vez la suerte le fue adversa.

“Dell Harris era el coach y me dan un contrato garantizado por tres años. Me dicen que era un proyecto crudo no desarrollado, pero que tenía el potencial. Pero no me ponen a jugar. San Antonio me quería, pero no me cambian. Minnesota y Char- lotte entran a la liga, pero los Bucks me protegen en el draft de expansión” explica.

Y es que por delante tenía la presencia de veteranos como Jack Sikma (6-11), Paul Mokeski (7-0) y Randy Breuer (7-3) todos con contratos millonarios garantizados.

Luego de dos años jugando pocos partidos y pocos minutos decide irse a Europa.

Y, para variar, la suerte le sonrió. Fue al equipo Mónaco (Francia) donde el dueño del equipo era el principe Alberto y ganaba 42 mil dólares mensuales.

“Fue de gran ayuda para mí la experiencia en Europa e inclusive desarrollé un tiro de distancia”, recuerda.

Otros intentos
En 1994 aparece otro chance en la NBA con los Bullets de Washington. Hace el equipo, pero vuelve a encontrarse con George Muresan (7- 6), Manute Bol (7-7) y Pervis Ellison, por lo que el gerente Wes Unseld tiene que dejarlo libre.

Realizó intentos con los Celtics, Sixers y Clippers hasta 1998-99. Finalmente retorna a Francia, va a Italia (Siena y Florencia) y juga en Brasil, Chile, Venezuela y México.

Dice que aunque cuando jugaba en el basket distrital siempre se le exigía mucho “nunca me incomodé por los abucheos. No me arrepiento de haber jugado aquí ya que fue un gran aprendizaje”, También recuerda sus “enfrentamientos” con su “hermano” Grillo Vargas, quien siempre le reclamaba que se motivaba a jugar mejor frente a él, que “era su amigo” y no con otros hombre altos en la liga.

“En mi tiempo se jugaba por los colores del club, ahora es más por el dinero.

Además con técnicos como Leandro de la Cruz, Osiris Duquela, Fernando Teruel se jugaba en un sistema organizado.

Ahora todo es uno contra uno. Era un juego más físico y de más alta calidad”, considera Horford.

En la selección
En cinco oportunidades, estuvo representando a la República Dominicana a través de la selección nacional superior. Debutó en 1986 durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Santiago.

El Centrobasket de 1993, en Puerto Rico, constituyó su segunda parada.

Ese mismo año estuvo con el seleccionado en el Premundial, también en Puerto Rico. Integró el combinado para el Preolímpico de 1995 en Argentina. Se despidió de la selección en el Centrobasket de 2001 en México.

Sin embargo fue en el Campeonato Mundial Juvenil, celebrado en España en 1983, donde Tito ofreció sus encuentros más destacados con la camiseta nacional.

En la ronda de consolación de ese torneo terminó con cifras dobles en puntos y rebotes en los partidos contra China (14-16), Australia (12- 10) y Uruguay (19-13).

SUS MEJORES PARTIDOS
Recuerda un partido de 30 puntos y 18 rebotes contra Florida State, además de una batalla frente a David Robinson y Navy en el cual acabó con un doble-doble de 10 puntos y 13 rebotes, además de dos lances bloqueados. También un par de choques altamente publicitados con Rik Smits, de Marist.

En el baloncesto superior distrital vio acción en 175 partidos con Naco, San Lázaro, Los Prados y San Carlos. Terminó con un promedio de 11.3 puntos, 1,282 rebotes y 389 tiros bloqueados (líder de por vida).

Ganó el campeonato en 1994 con Los Prados, fue el primer jugador en conseguir un triple doble en un partido y el único que ha repetido la hazaña.

El primero fue el 20 de septiembre de 1994 en el séptimo partido de la final contra San Carlos. Los pradenses se alzaron con el triunfo 85-63 y Tito terminó con 12 puntos, 12 rebotes y 15 bloqueos (marca nacional).

El segundo se produjo el 11 de agosto de 1995 en la ronda regular y en una derrota para Los Prados con anotación de 70-64 ante San Lázaro. Acabó el partido con 11 tantos, 11 rebotes y 11 bloqueos.

El 26 de agosto de 1988, jugando con San Pedro de Macorís en el Torneo Nacional ya lo había hecho.

En esa ocasión terminó con 10 puntos, 11 rebotes y 11 bloqueos en una victoria 96-83 sobre Santiago.

Su equipo ideal
Hugo Cabrera
Chicho Sibilio
Evaristo Pérez
Winston Royal
Víctor Chacón
Iván Mieses
Grillo Vargas
Jack Michael Martínez
Soterio Ramírez
Vinicio Muñoz
Al Horford
Tito Horford

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