viernes, 6 de julio de 2012

LA HORA CERO. BITÁCORA DEL PREOLÍMPICO, DÍA 5

jueves, 5 de julio de 2012


Macedonia es una antigua República Yugoslava que enclavada en los Balcanes ha vivido en controversia inclusive por su nombre. Para la República Dominicana, es motivo de análisis hace meses y ahora es el siguiente escollo en el camino de la nuestra selección hacia su consagración histórica.
Después de un día libre donde se recupero energía, se comió sancocho y se vieron muchos vídeos, el espacio para la especulación y el análisis se va cerrando dando paso a una concentración absoluta.
El famoso Día D de la selección ha llegado. Se siente en la mirada de Calipari al momento de dar instrucciones, se percibe en las bromas de Jack Michael o en la expresión de tranquilidad de Eulis, en todos lados se respira esa expectativa de saberse listos, pero al mismo tiempo la ansiedad de comprender que el momento se acerca.
 
 
Del otro lado Boricuas, Lituanos, Griegos, Angoleños, Nigerianos y Rusos viven su propio trance, ese que deja el comprender la magnitud de un partido de cuarenta minutos que nadie puede darse el lujo de perder.
Eso también lo saben los Macedonios. Por eso Bo Mccalebb intentará desequilibrarnos con su habilidad innata, Antic buscará sacarnos de juego con su combinación de poder y finesa y el resto del equipo buscará quitarnos el ritmo con su juego lento y disciplinado.
Sin embargo, aquí está en juego más que eso.
En este partido se juega un proceso, la legitimidad de una idea de organización que no escatima esfuerzos, se juega la continuidad de un grupo de hermanos que entienden que todavía le queda camino por trillar en este sueño olímpico.
Cuando la pelota salte al centro, todos aquí entendemos lo que esta en juego. Solo mirar el rostro de Francisco García y entender su responsabilidad de saberse importante y no haber podido rendir lo esperado, sirve para figurarse el nivel de compromiso que todos aquí tienen. 
Hoy, mientras pasaban el desfile de la independencia Bolivariana y Maita cantaba consignas revolucionarias de los 70, mientras Ronald se sumergía en la música que salía de sus audífonos en el aire se percibía la oportunidad de hacer historia.
Los errores no serán permisibles mañana, vender aquí un optimismo falso sería una irresponsabilidad. Pero por favor, a mi no me pidan ser cauto en este momento. 
Es el momento de gritar, de paralizar el país y que aquí se sienta, es el momento de disfrutar la oportunidad y apreciar los 40 minutos más importantes en la historia del baloncesto dominicano.
En el lobby son las 10 de la noche y todavía se escucha la bulla de los muchachos dominicanos que como niños disfrutan un relajo antes de dormir y mientras escribo solo una frase me taladra la cabeza.
Decía el gran filosofo Silvio Rodriguez, Que en el momento de hacer, el tiempo te da tu lugar. El momento de esta selección es ahora. La hora cero ha llegado¿Que lugar nos dará el tiempo? Eso, lo decidirá una pelota caprichosa.

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