La
medalla de Oro lograda por la selección nacional de baloncesto el
pasado domingo en el torneo Centrobasket 2012, tras derrotar en el
partido final a Puerto Rico, en su propio terreno, ha puesto soñar a los
fanáticos dominicanos con una exitosa participación en el Repechaje
Olímpico, que comienza mañana en Caracas, Venezuela. Cuando me refiero a
una participación exitosa, hablo de que el baloncesto criollo logre la
ansiada clasificación para los Juegos de Londres en este último
certamen.
Verdadero equipo
En su victoria frente a los
boricuas y durante su participación completa en el evento regional,
donde terminó invicto con marca de 6-0, el conjunto quisqueyano se
mostró cohesionado, carente de individualidades y enseñando que sabe
jugar en conjunto.
El seleccionado que participó en
Centrobasket, es un grupo en el que cada quien conoce su rol, dueño de
una excelente defensa, una ofensiva balanceada y con gran profundidad en
la banca. Estas son las características de un equipo difícil de vencer y
con el potencial de lograr grandes metas y la meta principal, desde
cuando hace cerca de un año se inició el acuerdo Fedombal-SouthGate,
siempre ha sido Londres.
Responsables
John Calipari ha sido uno de los
principales responsables de que la selección nacional esté transitando
por buen camino, lo mismo que Eduardo Najri y José Miguel Bonetti,
quienes se han hecho cargo del equipo con un modelo de gestión y
organización pocas veces visto en el deporte dominicano.
Por supuesto, hay que dar
crédito a Frank Herasme y Rafael Uribe, pasado y actual presidente,
respectivamente, de la Federación Dominicana de Baloncesto, que
comprendieron que esa entidad, por si misma, no cuenta con los recursos
para llevar a cabo este ambicioso proyecto.
Ejemplo Horford
¿Y qué decir de Al Horford? Es
increíble ver al estelar centro de los Halcones de Atlanta dar el máximo
de su esfuerzo en cada encuentro del seleccionado dominica- no, tirarse
de cabeza en el tabloncillo por la posesión de un balón, luchar con
todas sus energías por un rebote y correr por la cancha hasta el
agotamiento, como si fuera un novato más que desea ganarse un puesto.
Estamos hablando de un atleta
con un contrato multimillonario, que por defender con gallardía los
colores de su patria, en cada juego pone en peligro su carrera en la
NBA, Todo esto adquiere una mayor dimensión, cuando recordamos que
Horford viene de una seria lesión en un músculo pectoral, que requirió
una intervención quirúrgica.
Y eso sucedió hace apenas varios meses.
Horford merece el respeto de
todos y cada uno de sus conciudadanos y ojalá que la FEDOMBAL, el Comité
Olímpico Dominicano o el Ministerio de Deportes, o todos estos
organismos juntos, se animen a hacer un homenaje a este extraordinario
atleta dominicano, héroe deportivo del país.
Meritorios
También merecen el
reconocimiento colectivo, jugadores como Jack Michael Martínez y
Francisco García, quienes igualmente se han entregado a la causa
dominicana sin importan las lesiones y las exigencias físicas.
Igualmente es digno de destacar el sacrificio de cada miembro de la
escuadra quisqueyana, que durante más de un mes han abandonado su tierra
y su familia para representar al país con dignidad y al más alto nivel.
La concentración
Recuerden que estos jugadores
vienen de una concentración en Kentucky, que se inició a principios de
junio, donde tuvieron que entrenar arduamente y hasta el
desfallecimiento, con el propósito de estar a la altura de compromisos
deportivos del calibre del pasado torneo Centrobasket y del Repechaje
Olímpico. Ha sido precisamente esa concentración, en instalaciones de
primer nivel, en las mejores condiciones posibles y sin distracciones
inoportunas, un factor clave en la integración que han conseguido
nuestros jugadores y en el rendimiento obtenido en cada partido.
Expectativas
Como pocas veces en su historia,
la participación en el Repechaje de Venezuela de la selección nacional
de baloncesto, ha levantado grandes expectativas entre los fanáticos de
la República Dominicana. El entusiasmo entre los seguidores del
baloncesto en el país es enorme y se da por descontado que las
trasmisiones de los partidos en que participará el conjunto quisqueyano,
resultarán un verdadero toque de queda.
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