sábado, 16 de marzo de 2013
Valladolid.- El Bàsquet Manresa se mantiene en la pesadilla del descenso
tras perder ante el Blancos de Rueda Valladolid (86-73), pese a contar
con un gran Troy DeVries, que se responsabilizó de su equipo (28 puntos y
27 de valoración), junto aAdam Hanga, pero que no pudo hacer frente a
un Blancos de Rueda que hizo valer el trabajo colectivo para acercarse a
la salvación.
Josh Asselin (Manresa) intenta frenar el avance de Jordi Grimau (Valladilid). |
En un partido con tanto en juego para los dos equipos, lo lógico es que
las imprecisiones y la falta de acierto hicieran acto de presencia, como
así sucedió, si bien los vallisoletanos aprovecharon más esa presión
que sufrían los catalanes para controlar las riendas del juego, con
Nacho Martíny Jordi Grimau al frente.
Las diferencias alcanzaron los nueve puntos (13-4), hasta que Hanga
decidió adquirir protagonismo desde la línea exterior para aportar más
seguridad a su equipo y dejar el marcador en el 18-13 con el que
finalizó el primer cuarto.
Sin Martín en la cancha, el Manresa, en el que debutó con más ganas que
acierto Nemanja Aleksandrov, se vino arriba, merced al control en el
rebote y a una mejor circulación del balón, que descentró a la defensa
local y varió el rumbo del partido (23-26).
Roberto González solicitó un tiempo muerto para intentar volver a
encauzar las ideas y, de la mano de Nacho Martín y de Ian O'Leary, y una
cierta mejoría defensiva, el cuadro local consiguió contrarrestar el
buen hacer de Hanga y DeVries, que permitieron a los manresanos aumentar
la renta hasta los seis puntos (23-29), para devolver el equilibrio al
electrónico en el descanso (32-32).
Tras la reanudación, el cuadro vallisoletano presentó a un Nedzad
Sinanovic enchufado que otorgó de nuevo el control del juego a su equipo
(43-34), ante un Manresa que cometió numerosos errores y perdió la
intensidad del anterior cuarto y se apagó como una vela ante el empuje
local.
Jaume Ponsarnau trató de sacar a sus pupilos del estado de shock en el
que se hallaban, pero el Blancos de Rueda había engrasado su maquinaria
y, con David Navarro como director de orquesta, siguieron machacando el
aro visitante, para alcanzar una renta de veinte puntos (57-37), que
DeVries y Joan Creus redujeron a 17 (59-42), al término del tercer
cuarto.
Aunque la renta era importante, el Manresa no bajó los brazos y, de
nuevo con DeVries llevando el peso del equipo, intentó echar el resto
para intentar cambiar el resultado, pero las faltas personales les
pasaron factura (hasta tres jugadores fueron eliminados) y el Blancos de
Rueda mantuvo el tipo, con un buen trabajo colectivo, para sumar una
importante victoria ante el colista (86-73).
86 - Blancos de Rueda Valladolid (18+14+27+27): Cizauskas (3), Montañez
(12), Grimau (9), Martín (19), Sinanovic (10) -cinco inicial-, Ewing
(-), Porta (9), Navarro (12), O'Leary (12), Ruiz (-) e Izquierdo (-).
73 - Bàsquet Manresa (13+19+10+31): Álex Hernández (10), Laviña (-), DeVries (28), Yanev (-), Asselin (2pts, 2reb, 3blk, -3val, 20.9min) -cinco inicial-, Hanga (15), Arteaga (4), Aleksandrov (8), Arco (-), Creus (6) y Bitjaa (-).
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