martes, 2 de octubre de 2012
LA ROMANA.- Los Cañeros del Este viajan este miércoles a San Francisco
de Macorís con los “colines amolaos” para intentar ejecutar el corte
final y culminar con la molienda de los Indios en la Gran Final de la
Liga Nacional de Baloncesto (LNB).
Sin embargo, los jugadores y técnicos del equipo de La Romana reconocen
en los Indios a un rival complicado y de mucho peligro que también dará
más del ciento por ciento para no morir en su propia morada.
El quinto partido se efectuará esta noche a partir de las 8:00 en el
techado Mario Ortega, de San Francisco, donde los Indios tienen récord
colectivo de 10-4 en el torneo, incluyendo serie regular (7-3),
semifinal (2-0) y final (1-1).
Los Cañeros dominan cómodamente la final y con una victoria esta noche
obtendrían su segunda corona de liga en los tres últimos campeonatos.
Ganaron el título en el 2010 derrotando 4-1 en la Gran Final a los
entonces Tiburones de Puerto Plata. Pero el año pasado apenas ganaron 3 y
perdieron 17 en la ronda de clasificación.
Los dirigidos por el norteamericano Phill Hubbard arrancaron ganando los
dos primeros partidos de la final, ambos con idénticos resultados de
89-83, perdieron el tercer 87-101 efectuado en San Francisco, y el
domingo en casa se recuperaron para ganar 84-82 un juego que terminó con
un dramatismo poco predecible.
“Cada partido ha tenido su dosis de dramatismo y considero que el quinto
encuentro no será la excepción. Iremos a San Francisco enfocados a
sacar la victoria para terminar todo ese día (hoy), pero no será nada
fácil pasar sobre ellos en su casa. Son un equipo incómodo en la ruta, y
en el hogar el peligro es mayor para el oponente,” reconoció el
refuerzo boricua Alejandro -Bimbo- Carmona.
Carmona, quien ha sido un factor preponderante en defensa y ofensiva
para los Cañeros, dijo que “nuestra meta es darle la corona a la
fanaticada y al equipo de La Romana y trataremos de consumar ese
propósito esta noche.”
El puertorriqueño, con una producción de 55 puntos y media de 13,8
tantos por juego, es uno de cinco hombres seis jugadores de los Cañeros
que promedian cifras dobles en la serie. Pero su gran valía ha estado en
el costado defensivo sobre el recio canastero norteamericano Ollie
Bailey.
A pesar del 3-1 a favor de su equipo, Hubbard dijo que no se confía para
nada de los Indios, por el potencial que aseguró reúne el conjunto
comandado por David Díaz.
La escuadra de San Francisco tiene récord global de 19-9, contra una
marca general de 17-13 de los Cañeros (ARS Universal, Central Romana).
La Gran Final ha sido tan reñida al culminar los primeros cuatro
encuentros que los dos equipos han anotado la misma cantidad de puntos,
con 349 y respectivos promedios de 87,3.
Los Cañeros sacaron seis puntos de ventaja en cada una de las primeras
dos fechas, y dos en la tercera. Mientras que los Indios aventajaron por
14 (101-87) en el último triunfo, pero ese juego llegó a estar empatado
a 84 retando dos minutos y 31 segundos del final. En el resto del
choque la corrida fue de 17-3 para los Indios.
La ofensiva de los Cañeros es dirigida por el norteamericano Mario West,
quien tiene promedio de 18,8 puntos por encuentro y ha decidido dos de
los triunfos de su equipo.
Edward Santana y Carmona tienen averages similares de 13,8; el
reservista José Olivero les sigue con 12,3; Maurice Baker factura 12,0 y
el también sustituto Bobby Pandy 10,8. Santana promedia 14,5 rebotes
por partido.
Bailey, con 19,8; y Robert Glenn, 19,0; son los mejores anotadores por
los Indios en la serie que se juega al mejor de 7-4 y que si se prolonga
al máximo concluiría el domingo en San Francisco de Macorís. Los
finalistas se disputan la Copa Scotiabank.
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