sábado, 4 de agosto de 2012
El equipo español salió desmelenado, lo que unido al tremendo respeto,
casi pánico, que los rusos mostraron por la selección nacional explica
el 2-20 a los cinco minutos de partido. Evidentemente no fue algo que se
pudiera mantener por mucho tiempo. El potencial baloncestístico ruso es
de primer nivel y un marcador así era una afrenta excepcional.
España jugó de forma fluida, con gran movilidad de balón y lanzamientos
cómodos y certeros. En defensa, el gran trabajo de los jugadores de
Sergio Scariolo y la empanada con la que salieron los rusos en ataque
posibilitó el robo de balones y rápidos contragolpes que todavía los
aturdió más. Sin ser una manifestación tan aguda, la situación se
mantuvo hasta el final del primer cuarto, que acabó con 11-28.
Rusia salió en zona en el segundo periodo. Su primer objetivo fue parar
el ataque español y después anotar. Consiguió ambas cosas. El equipo
español comenzó a fallar tiros cómodos y los rusos sacaron a relucir
todo su arsenal ofensivo, que es mucho y variado.
Las tornas se cambiaron y, con Fridzon como abanderado en ataque, Rusia
comenzó a recortar en el marcador a pasos agigantados. El principal
problema español fue que su conexión con el aro rival quedó rota y en
los segundos diez minutos apenas anotó doce puntos, por veintiuno del
rival. Nueve puntos de la renta recortados. Y gracias.
El 32-40 del descanso dejó todas las posibilidades abiertas y el seguro
de veinte minutos de alta competición entre dos equipos que aspiraban al
primer puesto del grupo B del torneo olímpico.
Con los ánimos atemperados en ambos equipos, el partido entró, en la
continuación, en una fase más estudiada, programada, controlada por
ambas partes. Las defensas entraron en acción, en zona en el caso ruso, y
los ataques comenzaron a pasar por dificultades, sobre todo el español.
que siguió parco y avanzando a cuentagotas.
En el minuto 26, la ventaja española pasó a ser historia con el empate a
47. Entró Navarro, que ya estuvo unos minutos en la primera parte, como
solución, pero el marcador entró en pérdidas para la selección, 51-47 y
53-49. El aro ruso pareció estar cubierto por una espesa tela de araña
invisible que hizo imposible que el balón lo traspasara, y como
consecuencia el final del tercer cuarto marcó un marcador desfavorable
para España de 56-53.
El equipo nacional salió en los diez minutos decisivos con una defensa
en zona y con un Navarro que devolvió el marcador a los números azules,
56-58, después de un triple que sumó más de tres puntos por aquello de
la confianza y la moral del equipo. El capitán estaba de vuelta. Un mate
de Rudy, tras asistencia de Sergio Rodríguez, certificó la nueva
situación (57-61, min. 32), que Felipe Reyes y Rodríguez agrandaron a
57-65.
La selección había vuelto a tomar las riendas del partido, pero Rusia no
había dicho su última palabra y en otro arreón se situó a tres puntos,
66-69 (min, 36.30). Krryapa con un triple puso el partido en una
situación límite con empate a 73 a falta de un minutos de juego. Rudy
erró un triple y un fallo defensivo permitió un mate de Mozgov para el
75-73 a falta de 18 segundos.
El equipo español hizo llegar el balón a Pau, con mucha dificultad, y
fue objeto de falta. Sólo anotó el segundo libre y con 75-74 y cinco
segundos por delante, no hubo muchas opciones. Al final, 77-74.
La derrota en sí no es importante pero podría condenar a la selección a
jugar en semifinales contra el primero del otro grupo, contra Estados
Unidos.
Ficha Técnica:
ESPAÑA: Calderón (2), Sergio Llull (6), Rudy Fernández (10), Pau Gasol
(20), Marc Gasol (10) --cinco inicial--, San Emeterio (3), Sergio
Rodríguez (8), Reyes (4), Ibaka (2) y Navarro (9).
No hay comentarios:
Publicar un comentario