jueves, 6 de febrero de 2014
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Eulis Báez busca avanzar ante la defensa de Nikola Mirotic. |
El Martín Carpena disfrutó del mejor Real Madrid de la temporada,
ansiosos los blancos por demostrar que los récords acumulados durante
estos meses son el mejor camino hacia los títulos. Mirotic y Rudy
Fernández encabezaron la versión arrolladora del conjunto de Laso, cuyo
inicio hizo saltar por los aires el plan de choque ideado por Pedro
Martínez.
El montenegrino (11 puntos en los primeros ocho minutos) destrozó el
planteamiento defensivo del Gran Canaria, perfecto desde el exterior y
más rápido que Báez en la pintura. Sus números crecían de manera
exponencial al mismo ritmo que lo hacía la ventaja del Madrid en el
electrónico. La velocidad se adueñó del choque y ahí no hay rival que
frene el empuje blanco. Más, si Rudy Fernández tiene el día, y el balear
ayer estaba entonado.
Ambos cimentaron un triunfo blanco engranado por Sergio Rodríguez (8
asistencias) y en el que todos tuvieron cuota de protagonismo. Fue un
choque para disfrutar y coger sensaciones y que ya en el descanso estaba
decidido (41-20) gracias, en gran parte, al poco acierto exterior de
los canarios. Apenas dos triples en quince intentos, un recurso
desesperado que llegó a convertirse en la única vía de escape para los
amarillos.
Sólo Tavares y Newley veían con claridad el aro blanco, defendido por
los blancos como si fuera el último partido de la historia. Un ahínco
que dejó unos guarismos paupérrimos para los canarios al descanso y que
motivó la bronca de Pedro Martínez en el vestuario.
Cuajó la charla, porque en la segunda parte, el Herbalife fue otro. Con
la victoria ya en el bolsillo blanco, el equipo canario recuperó sus
señas de identidad. Nacho Martín se apuntó a la fiesta y junto a él y
Eulis Baez (5 puntos en ese parcial "5 puntos, 4 rebotes, 3asistencias
en total"), comenzaron a brillar el resto de sus compañeros. El duelo se
igualó y, aunque Rudy y Mirotic siguieron con su festival, la brecha no
se hizo mayor.
Laso aprovechó para repartir esfuerzos pensando en el futuro. Esas
semifinales del sábado en las que tendrán que volver a sacar a relucir
su mejor versión. Esa que arrasó al Herbalife y que amenaza con
convertir esta Copa en un monólogo del Real Madrid. El equipo de los
récords que ahora quiere ser el equipo de los títulos. Veremos si
alguien lo impide.
EFE.
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