sábado, 1 de junio de 2013
Corrían los años 80 y dos equipos marcaban la gran rivalidad del
baloncesto superior del Distrito Nacional. Sólo tenían un aspecto en
común: el amarillo. San Carlos (verde-amarillo) y Mauricio Báez
(azul-amarillo). Sus enfrentamientos garantizaban un lleno en el Palacio
de los Deportes Virgilio Travieso Soto.
Julio César Javier, de pie, y Ruddy Martínez, segundo de la derecha,
encabezaron el cuerpo técnico de San Carlos.
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El tiempo ha transcurrido y hoy en día, tanta rivalidad no ha impedido
que un miembro surgido de las entrañas del Mauricio Báez sea el
dirigente de San Carlos. Definitivamente en los años 80 eso era
impensable. “Y menos ahora con lo que pasó en el sub-25”, señaló Julio
César Javier (Ayata), quien hasta el jueves fue el dirigente de San
Carlos. En el torneo sub-25 en el 2013, Mauricio Báez le ganó la final a
San Carlos. “Nunca pensé dirigir a San Carlos.
Cuando se produjo la
llamada hasta me sorprendí”, manifestó Ruddy Martínez, asistente de
Javier. Ambos surgieron del Mauricio Báez y si bien no destacaron como
jugadores, vivieron en alguna que otra labor los duelos de estos
equipos. “Eso era impensable”, manifiesta Javier sobre dirigir a San
Carlos. “Pero vivimos de eso y antes lo consultamos con nuestro mentor,
Boyón Domínguez y nos dio el visto bueno”. No necesariamente haya
existido una intención del club en producir dirigentes. Ahora bien,
“buscamos un espacio para dirigir y el club nos lo dio a temprana edad.
Yo con 17 años dirigía el infantil”, dijo Javier.
Una cosecha de dirigentes
Sin quizás, ningún club ha producido más dirigentes en el país que el
Mauricio Báez. Y en un nivel sorprendente se han dado casos que ha
habido al menos dos dirigentes enfrentándose en los torneos grandes.
José Domínguez, Modesto Guillén, William Ramos, Melvin López, Radhamés
Paulino, Julio César Javier, Vladimir Frías, Radhamés Paulino, Ruddy
Martínez, Julio King y Ramón Peguero.
“Esta es la escuelita”, señala Domínguez y López amplía más: “Creo que
Mauricio Báez es la mayor cantera de entrenadores de baloncesto superior
del país y sin temor a equivocarme, la mayor escuela de talento en
todos los ámbitos”.
“ME QUEDÉ AQUÍ: Algunos no teníamos talentos como jugador, pero quería
seguir en el baloncesto y me enrumbé por ahí”. Algunos de ellos se han
enfrentado ya varias veces en distintos torneos, no sólo en el superior
distrital, también en Santiago, La Vega y en la máxima competencia del
país que es la Liga Nacional de Baloncesto.
El caso del torneo de La Vega es llamativo. Ocurrió en 2012, con cinco
de estos dirigentes en cuatro de los equipos. López, de dirigente
principal y Paulino de asistente con el club Dosa, Frías con La Matica,
Domínguez, que inició con La Villa y Martínez con el Parque Hostos.
López finalmente ganó ese campeonato en un decisivo séptimo partido.
Para él fue otro título, de hecho tiene más de 25 en sentido general.
Domínguez y López, en otro escenario, se vieron en las finales del
torneo de baloncesto superior de Santiago. López salió sonriente al
llevar al título al Club Domingo Paulino, sobre el Fernando Plaza
Valerio.
López trabaja ahora con la selección nacional sub-17 y también con la
escuela de entrenadores de baloncesto, un soporte sin desarrollar aun en
el país. Su introducción al baloncesto ocurre de una forma inesperada.
En 1997, Domínguez parte a CentroBasket a Honduras, como asistente de la
selección, de Miguel Cruceta. Se llevó a José Molina, Henry Paulino y a
Eladio Almonte, pilares del club en el torneo distrital de ese año y
López aun así clasificó el conjunto. Al regreso, Boyón tomó su equipo.
En 1998, el huracán George dejó el torneo desierto y en 1999, Boyón
comienza con el conjunto. López toma el conjunto (tras renuncia de
Domínguez), no porque se lo dieron, sino porque el argentino Guillermo
Vechio y el dominicano Leandro de la Cruz no declinaron dirigir al club.
Es así que Melvin dirige al club llevándolo al campeonato ese año y el
siguiente. “Todo ha sido gracias a la doctrina mauriciana del trabajo y a
la oportunidad que se le ha brindado a un grupo de jóvenes”, dijo
López.
José Domínguez
No es el que más títulos ha ganado del grupo mencionado -eso pertenece a
López-, aunque tiene de sobra para lucir. Pero tiene un cuarto lugar en
el Mundial sub-22 de 2002, en Saitama, Japón. Del grupo de técnicos,
ninguno ha tenido la oportunidad de dirigir en un mundial. Quizá no por
eso lo llamen en vano “nuestro mentor”. Y eso no es ocioso.
Domínguez es más conocido como jugador (inmortal en baloncesto) y como
dirigente de equipos juveniles, superior y de selecciones nacionales en
esos dos niveles. Pero a medida que Domínguez abandonaba una categoría,
inmediatamente pasaba a dirigirla, ahí en su club Mauricio Báez. Es más
“soy el único dirigente que ha dirigido todas las categorías en
femenino, masculino y selecciones nacionales” en ambas ramas.
Aunque del grupo ninguno destacó como jugador (sólo Domínguez), Martínez
señala, que Boyón es el mentor. Recuerda que Domínguez dirigió el
equipo femenino que asistió al Premundial de baloncesto 1992. Tony Disla
(fenecido) era su asistente, pero en una ocasión ambos sostuvieron una
reunión en oficinas de la Federación Dominicana de Baloncesto. Las
chicas ya estaban listas para la práctica, pero sus dirigentes estaban
reunidos. Vladimir Frías rondaba en la cancha y dijo a un chico, “oye,
da las prácticas tú”, refiriéndose a Ruddy, que tomó el equipo y dirigió
las prácticas. “Yo era el aguatero de ese equipo y esa fue mi primera
práctica en mi vida”. ¿Resultado? Vladimir se lo lleva de asistente en
las categorías menores. “Hemos tenido la suerte de que muchos muchachos
se han integrado a lo que es la dirigencia, hemos tenido la ayuda del
club Mauricio Báez y por suerte las cosas nos han salido bien en ese
tipo de situación. Y en años próximos habrá nuevos muchachos del
Mauricio que seguirá debutando con los equipos superiores, en dado caso
si Mauricio no regresa”, dijo Domínguez.
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