En vías de solución. Ese es el mensaje que trasladaba ayer el club morado sobre la salida de Dalibor Bagaric y la llegada en su lugar del dominicano Jack Michael Martínez. La situación económica que atraviesa el club impide la posibilidad de pagarle al gigante balcánico su contrato. Se baraja como única posibilidad que el pívot, que tiene en su contrato una cláusula de salida, abandone el club a coste cero. Ese es el caballo de batalla de una y otra parte, que no tienen otra posibilidad que alcanzar un acuerdo. Nadie desea estar a disgusto en un sitio en el que no te quieren.
Stephane Dumas, capitán del conjunto morado, reconoció que el 'cinco' había mostrado su deseo de marcharse y que la motivación para ello era de índole personal. Nadie en la plantilla quiere airear un asunto que ha quedado enfriado después de la gran victoria del pasado sábado frente al Joventut. Robinson abrió una sandía que el técnico y el club habrían preferido que se hiciese dentro del vestuario.
Además de no tener la confianza del técnico, Bagaric tampoco ha contado con el apoyo de unos compañeros a los que no ha gustado una falta de compromiso de la que sí han hecho gala otros. En el caso del croata, tras todo lo pasado por el club para conseguir tramitar finalmente su 'transfer' y el de Hervé Touré, duele más la situación que atraviesa el jugador.
Visto lo visto en el mercado, el club ha buscado un sustituto con unas condiciones totalmente opuestas al 'cinco' balcánico. Martínez es un pívot de poco más de dos metros con dos muelles por piernas y una capacidad innata para el rebote. Un guerrero para la pintura, un jugador que está más en la línea de hombres como Battle o Slaughter, con una insuperable capacidad atlética y buena mano para anotar. El actual capitán de la selección de República Dominicana llega con la etiqueta de haber sido máximo reboteador en los últimos Juegos Panamericanos y en el pasado Torneo Preolimpico Fiba Americas de Mar de Plata.
De momento, el croata, salvo que los acontecimientos se precipiten rápidamente, estará con sus compañeros en Zaragoza, aunque con todas las papeletas para ver el partido desde el banquillo como le sucedió el pasado sábado, en el que por segunda ocasión en seis jornadas no fue utilizado por Luis Casimiro. Michael Umeh tampoco lo hizo, pero el técnico manchego está convencido de que el escolta solo necesita una buena dosis de confianza para levantar el vuelo y demostrar la calidad innegable que atesora.
El asunto debe zanjarse cuanto antes. El equipo juega mañana en Zaragoza un partido importante, ya que una victoria en el feudo de un rival directo sería un gran paso. La única opción para conseguirlo es mantener la intensidad y las ganas de las que el equipo hizo gala en la última jornada.
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