viernes, 11 de septiembre de 2015

MIRADA CRITICA - TROPIEZO EN MÉXICO 2015 // POR ROBERTO GONZÁLEZ

viernes, 11 de septiembre de 2015

Nuestra selección de mayores del baloncesto masculino vuelve a quedarse corta en sus aspiraciones de lograr clasificar a unos juegos olímpicos, esta vez en el Campeonato FIBA Américas 2015(Pre-Olímpico) celebrado en la ciudad de México. De todos los 10 equipos que participaron en la referida competencia de baloncesto, somos el único equipo que hasta la fecha no ha podido lograr tan anhelado objetivo.
 
 
Esta vez la selección nacional ocupó el puesto numero 6 con un record de 2 ganados y 5 pedidos, quedando igualmente corta para poder participar en el Torneo Pre-Olímpico Mundial (repechaje) a celebrarse el año entrante, el cual otorgará 3 plazas adicionales para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro Brasil.
En reciente resultado obtenido por el seleccionado nacional es el peor bajo la gerencia de Eduardo Najri, en representación de la empresa South Gate, pues venia de llevar a nuestra selección a la mejor participación en su historia en este tipo de eventos con su primera medalla en un Campeonato FIBA Américas, 3er lugar en Mar de Plata, Argentina 2011, Medalla de Oro, Centrobasket 2012, Cuarto puesto en el Torneo Pre-Olímpico Mundial, Venezuela 2012, Cuarto puesto en el Campeonato FIBA Américas 2013, clasificatorio al Mundial de España 2014 y 13vo lugar en el mundial de España 2014, ascendiendo desde el puesto 36 (2011) al lugar numero 20 del ranking FIBA (2014). 
Como consecuencia de la no asistencia de los jugadores Al Horford, Karl Towns, Luis David Montero y Ronald Roberts Jr, y la negativa de la gerencia de incluir a Charlie Villanueva como el nacionalizado para este evento, nuestro equipo se vio en la imposibilidad de reunir sus actuales jugadores NBA. 
Al mismo tiempo la escogencia como entrenador del coach Kenny Arkitson, quien forma parte del cuerpo técnico de los Atlanta Hawks, imposibilito incluir en el preseleccionado algunos jugadores de la NCAA, tales como: Ángel Delgado, Ángel Núñez, Brandone Francis, Nehemías Morillo entre otros, toda vez que las reglas de la NCAA prohíben a sus jugadores tener cualquier tipo de contacto con personal dirigencial de la NBA.
Otros jugadores declinaron la invitación a integrarse a la preselección o no pudieron participar por lesiones, tales como Manny Quezada y Juan Coronado. El caso de Jack Martínez es por todos conocidos, sin embargo es importante mencionar que su ausencia se hizo notar mucho en la parte que nuestro equipo mostró mayores debilidades, específicamente en los rebotes y en la defensa.
La elección de Kenny Artkison, quien mostró tener poco conocimiento técnico del juego FIBA, y sobre todo de los jugadores que conformaban nuestro equipo y de los demás atletass de los equipos contrarios que participaron en el torneo, demostró ser una mala selección de la gerencia; su sistema de juego se centró en el aporte individual de nuestros jugadores, sin ningún planteamiento técnico defensivo ni ofensivo colectivo, sin dar un rol claro a cada jugador dentro de la cancha, y con una pésima rotación de la banca en cada juego, todo lo cual se manifestó en el estado de animo de los jugadores y su falta de motivación , dando al traste los resultados negativos obtenidos, todo lo contrario a lo que sucedió con los directores técnicos anteriores John Calipary y Orlando Antigua.
La presentación de nuestra selección en este torneo enseñó las grandes debilidades que posee la estructura nuestro baloncesto en sentido general y los problemas de fondo que le afectan, producto de años sin un verdadero programa de desarrollo de categorías menores. 
Nuestro baloncesto actualmente se ha hecho dependiente de los jugadores formados en el exterior, y peor aun solo nos es posible competir contra las grandes potencias latinoamericanas de baloncesto cuando no podemos reunir nuestros atletas con nivel NBAs, algo cada vez mas difícil de lograr debido a los altos salarios que reciben los jugadores y sus compromisos contractuales con sus respectivos equipos.
Para lograr la meta deseada para que nuestro baloncesto tener ascienda al nivel olímpico y se consagre como equipo mundialista, la FEDOMBAL debe darle prioridad al inicio de un verdadero programa de desarrollo de jugadores de las categorías menores, que se centre en formar a los mas jóvenes poniendo como esencia los fundamentos del baloncesto y no las individualidades. De siempre hemos tenido y presentado grandes condiciones atléticas, pero poco baloncesto, esto debe cambiar.
A los fines anteriores, lo recomendable debe ser la adquisición de técnicos con alto nivel de formación y con hoja de vida consagrada en programas de desarrollo de categorías menores y al mismo tiempo ese staff de coach que se contraten trabajen diseminados con la selección de mayores y categorías menores para todos los torneos, sin excepción, para que así finalmente podamos presentar en cada una de nuestras selecciones una filosofía de juego en conjunto y que nos permita no depender tanto de los jugadores NBA y que accionan en ligas extranjeras de elite, tal como lo han venido haciendo Argentina, Brasil, México y ahora Venezuela.
Este esfuerzo debe hacerse en coordinación y apoyo de todos los sectores que aportan de manera directa o indirecta al desarrollo de nuestro baloncesto, y se debe descontinuar la actual política de dividir las selecciones, unas manejada por FEDOMBAL y otras por la SOUTH GATE, con entrenadores diferentes y filosofías de juego totalmente opuestas generalmente, desaprovechando de esta forma tener unidad de criterios en la formación de los equipos, su cuerpo técnico y en la selección de los jugadores. Este esfuerzo mancomunado de siempre ir en prioridad de dar oportunidad al talento joven, para así llegar al tan anhelado y esperado relevo generacional.
Un gran ejemplo de lo que señalamos es el caso de Argentina que acaba de tener una gran actuación en el referido torneo, presentando un equipo con 8 jugadores con menos de 25 años y 4 veteranos, uno de los cuales era NBA, Luis Scola, sin embargo, la no participación de sus demás figuras de la NBA, no les impidió lograr nueva vez una gran presentación en este tipo de eventos. 
Este nuevo revés de nuestra selección nos debe servir de lección, y sobre todo de autocrita, para que podamos corregir y enmendar 40 años cometiendo los mismos errores, que han impedido que finalmente nuestro baloncesto logre consagrase de manera permanente en clase mundialista y finalmente llegar a los tan anhelados juegos olímpicos.
Roberto Gonzalez.

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