EN BUSCA DE LA PRÓXIMA GENERACIÓN DE SELECCIÓN

jueves, 18 de julio de 2013

Aunque la mayoría de los titulares se los lleva la selección nacional masculina de mayores desde hace varios meses la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) ha estado trabajando incansablemente en la conformación del equipo que representará al país en el Centrobasket Sub-17 que se celebrará en Caguas, Puerto Rico del 14 al 18 de agosto próximo.

Dos de los principales técnidos del país ñJosé -Maíta- Mercedes y Melvin Lópezñ han encabezado una cruzada que los ha llevado a evaluar el mejor talento por debajo de los 17 años.

Danny Vittielo

Se han realizado try-out en Santo Domingo, La Romana y Santiago. Se han incorporado un par de “refuerzos” desde Puerto Rico y los Estados Unidos.

Se ha elaborado una ruta crítica que tiene concentrados a los muchachos con un gran tiempo de antelación.

Danny Vittielo fue “ganado” a los vecinos boricuas, mientras que Rodney Miller Jr. fue reclutado por la Asociación Dominicana de Baloncesto en la ciudad de Nueva York, gracias a un trabajo liderado por Pedro Pablo Pérez, entre otras personas ligadas al basket criollo en la gran urbe.

Pero el trabajo principal es el realizado por la Fedombal que ha tenido la visión para percatarse que hay que iniciar un proceso para que una nueva generación de jugadores vaya, poco a poco, tomando el relevo de lo que tenemos en la actualidad.

Algo similar se ha estado haciendo con la categoría Sub-15 y con la rama femenina.

La Fedombal ha tenido que buscar la forma de agenciarse los recursos humanos y económicos para emprender este importante camino con la mirada puesta en el futuro.

Hace doce años que la República Dominicana quedó en el cuarto lugar en el Campeonato Mundial Sub-21 celebrado en Saitama, Japón.

El equipo incluía a jugadores como Luis Flores, Jack Michael Martínez, Joel Ramírez, Amaury Filión, Eulis Báez, Carlos Morbán, Iván Almonte, entre otros.

Son las caras que han estado en la mayoría de los éxitos de la selección nacional en los últimos diez años.

La misión en esa oportunidad de tratar de emular esa generación especial y que no haya que depender en exceso del talento formado en el exterior.

Ojalá que el éxito sea la corona para el gran esfuerzo realizado con estos chicos que, junto a otros mayores que ya brillan en la escuela secundaria de los Estados Unidos, estarían llamados a conformar el relevo generacional que ya está casi demandando el baloncesto dominicano a nivel de su selección de mayores.