jueves, 26 de julio de 2012
El ciclo que se ha abierto con la
medalla de oro en el Centrobasket y la participación en el Repechaje
Olímpico debe servir de zapata, de base para la construcción de un
sólido sistema de desarrollo para el baloncesto dominicano.
Aunque no es la mejor forma de hacerlo -de arriba hacia abajo- por algún sitio hay que comenzar.
Lo ideal es que la Federación
Dominicana de Baloncesto aproveche la experiencia y los resultados
arrojados por las últimas incursiones en los certámenes internacionales.
Sería importante, ya que no podrá
seguir al frente del equipo nacional, que John Calipari regrese al país
para compartir sus ideas y sus sistemas con los entrenadores locales,
desde el más veterano hasta el más nuevo.
Se podría trazar una especie de
plan a corto, mediado y largo plazo, que incluya no solo la selección de
mayores, si no también a las de las categorías menores.
Sacar el máximo provecho a lo logrado en los últimos años debe ser el norte de la Fedombal.
Si se quiere seguir con la
experiencia del entrenador extranjero sería bueno que pueda venir a
residir al país y empaparse de la cultura, las costumbres y la
idiosincracia de los jugadores criollos.
Pero que también que lo haga con
los minibasket, los infantiles, los juveniles, los sub-21 para ir
formando a los futuros mayores bajo un sistema único y una misma
filosofía de juego.
Tal vez no sea tan fácil hacerlo
como decirlo, pero hay que aspirar a una organización que pueda dar como
resultado los frutos deseados. Si la empresa Southgate entiende que
puede seguir aportando, ahora en las categorías inferiores, bienvenida
sea.
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